La Apnea Del Sueño

La apnea del sueño es un trastorno muy común, que se caracteriza por las breves interrupciones de la respiración durante el sueño. Estos episodios, llamados apneas, duran 10 segundos o más y ocurren repetidamente durante la noche. Las personas con apnea del sueño se despiertan parcialmente mientras luchan por respirar, pero en la mañana es posible que no estén conscientes de los trastornos acontecidos.

El tipo más común de apnea del sueño es la apnea obstructiva del sueño, causada por la relajación de los tejidos blandos en la parte posterior de la garganta que bloquea el paso del aire. La apnea central del sueño  es causada por irregularidades en las señales que transmite el cerebro a los músculos que controlan la respiración. Algunas personas con apnea del sueño tienen una combinación de ambos tipos.

La apnea obstructiva es más común en hombres y en personas con sobrepeso que en mujeres. Aquí hay algunos síntomas que debe consultar si sospecha que padece este trastorno:

• Ronquidos fuertes.
• Episodios en los que dejas de respirar durante el sueño.
• Jadeos al respirar durante el sueño.
• Despertarse con la boca seca.
• Dolor de cabeza por la mañana.
• Problemas para mantenerse dormido (insomnio).
• Sensación de sueño excesiva durante el día (hipersomnia).
• Dificultad para prestar atención mientras estás despierto.
• Irritabilidad.

La mayoría de las personas con apnea del sueño tienen apnea obstructiva, en la cual la persona deja de respirar mientras duerme debido a un bloqueo de las vías respiratorias. La respiración se reanuda en unos pocos segundos, pero en casos graves los períodos hasta que se reanude la respiración pueden llegar a ser incluso de un minuto.

La apnea obstructiva es más común entre las personas que roncan, las que son obesas, las que consumen alcohol o las que tienen anomalías anatómicas de la mandíbula o el paladar blando. Sin embargo, ocurren casos atípicos, y la condición no debe descartarse unilateralmente simplemente porque el paciente no se ajusta al perfil.

Mientras que la gran mayoría de las personas mantienen con éxito una vía aérea superior abierta y respiran normalmente durante el sueño, un número significativo de personas con apnea obstructiva es propenso a un estrechamiento grave u oclusión de la faringe, de tal manera que la respiración se ve impedida o incluso obstruida por completo. A medida que el cerebro percibe una acumulación de dióxido de carbono, se activan los músculos de las vías respiratorias que abren la vía respiratoria, permitiendo que la respiración se reanude, pero interrumpiendo el sueño profundo.

La apnea del sueño que no se trata puede llegar a ser potencialmente mortal. La somnolencia diurna excesiva puede hacer que las personas se duerman en momentos inadecuados, como durante la conducción. La apnea del sueño parece poner a las personas en riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Un tratamiento exitoso también puede reducir el riesgo de problemas cardíacos y de presión arterial.